Aunque el Real Madrid consiguió vencer al Athletic de Bilbao, el Barcelona hizo lo mismo en el Sánchez Pizjuán y acaricia el título liguero. El Sevilla podía ser el mejor aliado del Real Madrid. Los andaluces son de los pocos equipos de la liga española que le pueden plantar cara al Barcelona, habiéndoles eliminado incluso de la Copa del Rey. Por ello desde Madrid había esperanzas en el favor del Sevilla, algo que no ocurrió. Ahora a los blancos solo les queda esperar una hazaña, la cual se plantea imposible, de un Valladolid muy necesitado por la salvación pero claramente inferior al conjunto culé.
Hablando un poco de los dos partidos, podríamos decir que el Real Madrid fue el que en un principio parecía que iba a tropezar y el Barcelona el que, después de tener casi sentenciado el partido, estuvo a punto de tirar su apuesta por la liga. El Bilbao no era un rival fácil para los blancos, de hecho ya les habían negado tres puntos en San Mamés. El Real Madrid consiguió adelantarse en el marcador gracias a un gol de Cristiano Ronaldo de penalti. El penalti vino por una mano de Amorebieta, quien fue injustamente expulsado con roja directa. Tras el gol del portugués, Yeste empató con un gran tanto, dejando las cosas en tablas al descanso. En el descanso del Sánchez Pizjuán, el Barcelona vencía por 0-2, lo que dejaba muy hundidos a los de Pellegrini.
En la segunda parte, y con un Athletic de Bilbao con diez hombres, el Real Madrid no tuvo piedad y acabó goleándoles. Las esperanzas reaparecían en el Bernabéu cuando a pesar de haber marcado el tercero el Barcelona tras la pausa, el Sevilla marcaba dos goles y hacía sufrir a los azulgranas. Finalmente no llegó ese tercer gol de los andaluces que hubiera podido significar el título para el Real Madrid.
Todavía queda una jornada, pero ante un rival fácil, aunque muy necesitado, el Barcelona a priori no debería tener dificultades para proclamarse campeón ante su afición. Última opción para los jugadores del Real Madrid de conseguir un título esta temporada, aunque algunos podrían maquillara en el Mundial de Sudáfrica.
Hablando un poco de los dos partidos, podríamos decir que el Real Madrid fue el que en un principio parecía que iba a tropezar y el Barcelona el que, después de tener casi sentenciado el partido, estuvo a punto de tirar su apuesta por la liga. El Bilbao no era un rival fácil para los blancos, de hecho ya les habían negado tres puntos en San Mamés. El Real Madrid consiguió adelantarse en el marcador gracias a un gol de Cristiano Ronaldo de penalti. El penalti vino por una mano de Amorebieta, quien fue injustamente expulsado con roja directa. Tras el gol del portugués, Yeste empató con un gran tanto, dejando las cosas en tablas al descanso. En el descanso del Sánchez Pizjuán, el Barcelona vencía por 0-2, lo que dejaba muy hundidos a los de Pellegrini.
En la segunda parte, y con un Athletic de Bilbao con diez hombres, el Real Madrid no tuvo piedad y acabó goleándoles. Las esperanzas reaparecían en el Bernabéu cuando a pesar de haber marcado el tercero el Barcelona tras la pausa, el Sevilla marcaba dos goles y hacía sufrir a los azulgranas. Finalmente no llegó ese tercer gol de los andaluces que hubiera podido significar el título para el Real Madrid.
Todavía queda una jornada, pero ante un rival fácil, aunque muy necesitado, el Barcelona a priori no debería tener dificultades para proclamarse campeón ante su afición. Última opción para los jugadores del Real Madrid de conseguir un título esta temporada, aunque algunos podrían maquillara en el Mundial de Sudáfrica.
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